Egoísmo o amor propio

“Y Dios dijo ama a tu prójimo como a ti mismo, nunca dijo más que a ti mismo. “
Esta frase la leí en un libro de autoayuda hace un tiempo y reflexiono sobre ella a menudo, sobre todo cuando aparece la palabra egoísmo en mi camino. Si una persona necesita tu ayuda, se la prestas.

Pero a veces sobrepasamos nuestros límites, vamos más allá de nuestras fuerzas, tomamos responsabilidades que no son nuestras, asumimos roles que no nos corresponden.  Y es que, en el afán de ayudar,  nos hacemos daño ¿porque o para qué? Para que no piensen que somos egoístas,  es lo que nos han enseñado desde niños.

Veamos que dicen los diccionarios de esta palabra:  
Egoísmo
1.-  m. Excesivo aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse del de los demás.
2.- m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
Fuente: Diccionario Real Academia Española www.rae.es

Según entiendo,  apreciarse excesivamente, cuidarnos excesivamente es egoísta.  ¿Y si me cuido todo lo que yo quiero para estar bien conmigo mismo y después ayudo a los demás? ¿También es egoísmo?

De pequeños (hablo siempre de la educación de un niño en un contexto normalmente adecuado) nos enseñan que tenemos que compartir: “Juanito no te comas el helado solo, dale a Pedrito” ¿porque, porque tengo que darle a Pedrito, si el final de mi helado es lo mejor que tengo en ese momento?

Tratando de enseñarnos  a no ser egoístas, nos transmiten un mensaje, que tenemos que dejar de lado nuestros placeres para satisfacer a los demás, y así vamos creciendo con esa creencia incrustada en nuestros poros.

-¡Tengo dinero, tengo que compartirlo, debo compartirlo, pero claro, tengo una deuda que debo pagar, sí, pero él tiene un problema económico y debo ayudarlo sino, soy egoísta!
- ¡Me acaban de pagar el sueldo,  me apetece comprarme algo bonito,  no puedo, necesito darle a mis hijos todo lo que necesitan!
- “Me apetecería comer hoy pescado, pero mi marido quiero carne, bueno ya lo prepararé mañana”
- “Quiero dormir la siesta porque estoy cansado, pero como mi hermana peleo con el novio, la escucho 2 horas hablar y llorar al teléfono”

 Y así día a día en pequeños detalles, nos vamos desmereciendo, pero lo más curioso de esto es que a veces ayudando a los demás no nos sentimos bien con nosotros mismos, quizás porque sobrepasamos esa delgada línea que divide tu necesidad y mi necesidad.

Y si hablamos de sexo, una frase muy trillada es “no tiene importancia, eso nos pasa a muchos, otro día será” pues sí que importa.

Quiero comerme todo mi helado, quiero comprarme algo bonito como premio después de haber trabajado durante un mes entero sin parar, quiero tener un orgasmo cada  vez que tengamos relaciones sexuales. Eso no es egoísmo, es pensar en nosotros mismos, valorarnos.

No entendemos porque las personas no son agradecidas con lo que se les da, porque nadie me las gracias por haber ayudado ¿por qué no puedo recibir un poco de agradecimiento?

Porque sencillamente no nos hemos respetado a nosotros mismos y no nos darán las gracias porque nadie lo pidió nunca. En el afán de no ser egoístas entramos en un terreno que no nos correspondía.

Cada uno debía vivir su propia experiencia y nosotros nos atravesamos cual salvadores, cuando nadie nos había solicitado Nos creemos a veces los Mesías del mundo, de las personas, de nuestra familia, de nuestros amigos, nos creemos capaces de poder resolver  todo lo que otros pueden resolver por sí mismos. Pero nos enseñaron a no ser egoístas, hay que darlo todo por los demás, así que no podemos pensar en nosotros primero, primero el  resto del mundo y por último yo, si es que queda algo.

¡Ojo! no digo que seamos egoístas, lo que digo es quiérete tu primero, pregúntate que necesitas,  como estas, antes de salir corriendo ayudar, pregúntate si estas en condiciones de  ayudar, así no sobrepasaras tu propio limite, tus propias necesidades, no antepondrás la necesidad  de otros antes que la tuya. Si no, te arriesgas al cansancio, al agotamiento, provocado por ti mismo, has ayudado tanto que te enfureces con los demás porque no te lo agradecen, porque no responden como tú te imaginas que deberían de responder y lo peor de todo es que se crea un pozo sin fondo, un bucle que se va repitiendo y nadie queda saciado nunca, ni tú ayudando, ni el otro pidiendo. 

Y agotados nos sentamos en la soledad de nuestra casa a pensar ¿realmente valió la pena? Siempre vale la pena ayudar, pero no por encima de tu propia valía, de tus necesidades.  Tenemos que crear  la consciencia que todo lo que sucede en nuestras relaciones es nuestra responsabilidad, vamos creando nuestro camino, vamos a comenzar por conocernos a nosotros mismos, a amarnos a nosotros y no vayamos añadiendo, como dice el doctor Wayne Dyer, relaciones toxicas, comidas toxicas, emociones toxicas, porque a veces nos encanta hacernos daño, hacer de víctima, tenernos lastima a nosotros mismos y decir: ¡no, yo he sufrido más que cualquiera en este mundo! No necesitas maltratarte, no necesitas ser el sacrificado de la historia, necesitas amarte, perdonarte, consentirte a ti mismo.

Pero todo eso es lo que eras hasta ayer, ahora toma las riendas de tu vida y crea una vida nueva, busca tu sueño, si no lo tienes claro, búscalo, piensa en aquello que querías ser cuando niño, busca dentro de ti y aférrate a él.  Se un poco egoísta, para pensar en ti y saber qué quieres de la vida. Ser el capitán de tu barco, el que toma las decisiones. 

Te doy un secreto, cuando encuentres el sueño de tu vida, tus ojos se llenaran de alegría, tu vida se iluminara y sentirás una emoción muy grande. Cuando eso pase lo habrás encontrado y ese será tu eslabón para levantarte, para crecer,  para seguir adelante. Entonces desde la tranquilidad, desde la calma podrás ayudar a los demás solo si te lo piden; y aunque no te lo pidan estarás presente cuando debas estar, porque sabrás exactamente cuando, como y cuanto ayudar, sin ser egoísta con los demás pero tampoco contigo mismo.

Comienza a valorarte a quererte, a dedicarte tiempo para ti, a hacerte regalos, porque solo si tú eres capaz de valorarte, de quererte, solo así el mundo caerá rendido a tus pies.

Y recuerda que no eres imprescindible para nadie, si mueres mañana, el mundo seguirá funcionando sin ti, y ahí no hay egoísmo que valga. © 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡VAMOS LEVANTA!

¿QUÉ HACES? Si acabas de caer.. . levántate ¿Qué haces en el suelo lamentándote, esperando que otros te ayuden, esperando que te consuel...