La gran revelación del 2012 - Sixto Paz Wells


Quiero ver...quiero ser

Hoy voy a sonreír, hoy voy a ver lo hermoso que existe a cada paso que doy, hoy voy a agradecer…ser, simplemente ser.

Si estoy en un hospital cuidando a un enfermo, tratare de ver la dedicación de las enfermeras y el esmero del enfermo en recuperarse,  si  existe la posibilidad de tener una televisión en ese hospital, recomendare con cariño no ver noticias, porque ello solo lleva a su cuerpo enfermo se tense, se preocupe, esa persona necesita estar tranquila, necesita de todo mi apoyo, así que tratare que sus días allí sean lo más grato, dentro de las posibilidades. 

Tratare de ver la dedicación de los familiares que cuidan a los enfermos,  no porque no les quede otro remedio, más que estar ahí, siempre se puede decidir no estar donde no quieres, cada familiar cuida a su enfermo con mimo y existe una bondad infinita en ese gesto, donde lo dejas todo, para estar ahí. Porque viendo el amor y la bondad que te rodea, formas parte de ese amor y esa bondad.

Si estoy en la playa disfrutaré de la alegría de las personas, la alegría de los niños al jugar con la arena y darse largos baños, disfrutare de las parejas enamoradas, disfrutare de mi misma. Porque disfrutando de la alegría  que te rodea,  formo parte de esa alegría.

Si estoy en casa y no puedo irme de vacaciones, disfrutare de escribir, de cocinar, de estar simplemente presente en cada momento, no me comparare con los que están en las playas, porque entonces, inevitablemente tendré que compararme también con los que están en el hospital y en cualquier parte del mundo existen  personas pasando un peor o mejor momento que tú.

Esto es lo que me ha tocado vivir, esto es lo que vivo, esto es, lo en estos momentos necesito, y mientras menos resistencia, menos me costara aceptar,  entonces podré ver claramente el momento que ha tocado vivir y para qué. Cuando comienzo a ver la belleza, la bondad y la alegría, comienza a parecer en mi vida la fortaleza, la fortaleza de quien todo lo puede.

No existe un momento más perfecto que este,  la fortaleza me permite verlo así, voy a dejar de quejarme y de querer estar siempre donde no estoy, olvidando donde estoy realmente. Creciendo en conciencia a través de las dificultades y fortaleciéndome, así como llenándome a través de las alegrías. 

He visto la belleza a cada paso, en cada risa, en el metro cuando  madres y  padres protegen a sus hijos de las puertas que se cierran, en la persona que cuida a un anciano, en la sonrisa de los que piden en la calle cuando les das unas pocas monedas. Y viendo la belleza, la bondad, la alegría veo a Dios en cada una de ellas.

He visto a Dios en cada abrazo de mis hijos, y en el agradecimiento de mi marido, he visto a Dios en la ayuda de mis hermanos, en el amor de mis sobrinos, en la incondicionalidad de mis amigos, en la atención de mi familia, he visto a Dios en cada milagro que ha pasado en mi vida.

Por eso me atrevo a decir,  he visto a Dios, lo veo en mi día a día cuando estoy tranquila, confiada, en paz conmigo misma, y solo me siento abandonada, cuando mirando a otro lado me olvido donde está, y si me quedo en silencio, consigo verlo de nuevo, dentro mí.

Dentro de mí, dentro de ti, dentro de cada una de las personas que nos rodean y que pasan por nuestras vidas. Sé que Dios está ahí, esperando que me refugie en sus brazos para llevarme a saber que solo desde silencio puedo sentirlo dentro de mí.

Hoy quiero ver, sentir a Dios nuevamente, por eso acallo mi mente de ruidos, dejo de pensar y dar vueltas y vueltas sobre los mismos temas y me dedico unos minutos, muchas veces del día a sentir que Dios está dentro de mi.

Veo a Dios en ti, que lees este escrito y tengo la certeza que en este momento, eres bañado por una luz hermosa que te cubre, te protege y te llena de paz, paz, mucha paz…cierra los ojos y queda en silencio porque ahí está Dios, sencillamente … dentro de ti.© Cj

¿QUE ES LA CODEPENDENCIA?

Muchas personas establecen relaciones llamadas "ni contigo ni sin ti", personas que no son felices ni con pareja ni sin ella, entran en un círculo vicioso de codependencia.

Estas personas inventan cualquier excusa para no salir de la relación que los agobia ya que temen enfrentarse a los cambios que esto implica, reciben mal trato de parte de sus parejas y sin embargo, continúan en la relación.

¿Quiénes son codependientes?

Son codependientes aquellas personas que han vivido con alcohólicos, drogadictos, jugadores, comedores compulsivos, fanáticos del trabajo, del sexo, criminales, adolescentes en rebelión, neuróticos u hombres violentos durante algún tiempo prolongado.

Se dice que la CODEPENDENCIA ES UNA MANERA DE SATISFACER LAS NECESIDADES QUE NO SATISFACE LAS NECESIDADES. Se hacen cosas incorrectas por los motivos correctos. ¿Se puede cambiar? ¿Se aprenden conductas más sanas?. Quizá no puedan aprender LA TOTAL SALUD MENTAL, ESPIRITUAL Y EMOCIONAL pero si conductas más sanas, pueden aprender a hacer las cosas de otra manera. Se puede cambiar. La mayoría de la gente quiere estar sana y vivir sus vidas lo mejor posible. Pero no saben actuar de otra manera. No saben qué hacer. La mayoría de los codependientes han estado ocupados respondiendo a los problemas de otras personas y no han tenido tiempo para ocuparse de sus propios problemas.

EL PRIMER PASO HACIA EL CAMBIO ES TOMAR CONCIENCIA. EL SEGUNDO PASO ES LA ACEPTACION.

Si te has identificado como codependiente o si aún tienes dudas, puedes leer las siguientes características y observar qué tantas tienes.

CARACTERISTICAS DE LOS CODEPENDIENTES

BAJA AUTOESTIMA 
Los codependientes tienden a:
Buscar desesperadamente amor y aprobación.
Culparse y criticarse por todo, aún por su manera de pensar, de sentir, de verse, de actuar y de comportarse.
Rechazar cumplidos o halagos y deprimirse por la falta de ellos (privación de caricias).
Sentirse diferentes del resto del mundo.
Temer al rechazo.
Víctimizarse.
Les cuesta trabajo tomar decisiones.
Esperar la perfección de sí mismos y se culpabilizan y avergüenzan de ser lo que son.
Consideran que sus vidas no valen la pena por eso tratan de ayudar a otros a vivir su vida y obtienen sentimientos artificiales de autoestima ayudando a los demás.
Desean que otros los estimen y los amen.
Se conforman con sentir que los necesitan.

REPRESION
Muchos codependientes:
Empujan sus pensamientos y sentimientos fuera de su conciencia a causa del miedo y la culpa.
Se atemorizan de ser como son.

OBSESION
Los codependientes tienden a:
Sentirse muy ansiosos por los problemas y por la gente.
Pensar y hablar mucho acerca de otras personas.
Vigilar a la gente.
Tratar de sorprender a la gente en malas acciones.
Sentirse incapaz de dejar de hablar, de pensar y de preocuparse acerca de otras personas o de problemas.
Abandonar su rutina por estar tan afectados por alguien o por algo.
Enfocar toda su energía en otras personas y problemas.

CONTROL
Muchos codependientes:
Han vivido en situaciones y con personas que estaban fuera de control causando a los codependientes penas y desengaños.
Tienen miedo de permitir que los demás sean como son y no dejan que las cosas sucedan de manera natural.
No pueden manejar el miedo que experimentan frente a la pérdida de control. Piensan que ellos saben cómo deben ser las cosas y cómo debe comportarse la gente.
Tratan de controlar los sucesos y a la gente por medio de su desamparo, de sentimientos de culpa, de coerción, amenazas, manipulación, dominio o de dar consejos.
Aunque eventualmente fracasan en sus intentos, intentan provocar la ira de los demás, sienten frustración y enojo; se sienten controlados por los eventos y por las personas.

NEGACION
Los codependientes tienden a:
Ignorar o minimizar los problemas.
Fantasear sobre cómo las cosas mejorará mágicamente.
Confundirse, deprimirse o enfermarse. Acudir con doctores o tomar tranquilizantes.
Volverse fanáticos del trabajo.
Gastar dinero en forma compulsiva, comer en exceso.
Negar lo que sucede.
Creer en mentiras y mentirse a sí mismos.
Sentir que se están volviendo locos.

DEPENDENCIA
Muchos codependientes:
No se sienten felices, contentos ni en paz consigo mismos.
Buscan la felicidad fuera de sí mismos.
Se pegan a cualquier cosa o persona que ellos piensen que les pueda brindar felicidad y se sienten amenazados por la paridad de aquellos.
A menudo buscan amor de gente que es incapaz de amar.
Creen que los demás nunca están cuando ellos los necesitan.
Relacionan el amor con el dolor.
Más que amar a las personas, las necesitan.
No se toman el tiempo para juzgar si otras personas les convienen.
Tampoco investigan si ellos aman a otras personas o si estas les caen bien.
Centran sus vidas alrededor de otras personas.
Concentran todos sus sentimientos de bienestar de sus relaciones en los demás. Pierden interés en sus propias vidas cuando aman.
Dudan en su capacidad de cuidarse a sí mismos.
Toleran el abuso para sentir que la gente aún los aman.
Se sienten atrapados en las relaciones


COMUNICACIÓN DEBIL
Los codependientes a menudo:
No dicen lo que sienten, no sienten lo que dicen, no saben lo que sienten.
Piden lo que desean y necesitan de manera indirecta, suspirando por ejemplo
No están seguros de saber cuál es el camino correcto.
Hablan demasiado a fin de no comunicar lo importante.
Evitan hablar sobre sí mismos, de sus problemas, sentimientos y pensamientos.
Dicen que tienen la culpa de todo o bien, dicen no tener culpa de nada.
Creen que sus opiniones no importan.
Mienten para protegerse a sí mismos.
Se les dificulta expresar sus emociones de manera honesta, abierta y apropiada.
Creen que la mayor parte de lo que tienen que decir es irrelevante.
Comienzan a hablar con cinismo, de manera autodegradante u hostil.

LIMITES DEBILES
Los codependientes a menudo:
Dicen no tolerar ciertas conductas en los demás y poco a poco incrementan su tolerancia hasta que permiten y hacen cosas que habían dicho que jamás harían.
Permiten que otros los lastimen, y se preguntan por qué se sienten lastimados.
Se quejan, culpan y tratan de controlar al tiempo que siguen actuando igual.
Finalmente se enojan y se vuelven completamente intolerantes

FALTA DE CONFIANZA
Los codependientes:
No tienen confianza en sí mismos, no confían en sus sentimientos.
No confían en sus decisiones, no confían en los demás.
Tratan de confiar en gente poco digna de confianza.
Piensan que Dios los ha abandonado, pierden la fe y la confianza en Dios.

IRA
Muchos codependientes se sienten asustados, heridos y enojados y reprimen estos sentimientos.
Viven con gente atemorizada, herida y llena de ira.
Tienen miedo de su propia ira y de la ira de otras personas.
Piensan que otras personas los hacen sentirse enojados.
Se sienten controlados por el enojo de otras personas.
Lloran mucho, se deprimen, comen en exceso, se enferman, hacen cosas malvadas y sucias para vengarse, actúan de manera hostil o tienen estallidos violentos.
Sienten cantidades crecientes de ira, resentimiento y amargura.
Se sienten más seguros con su ira que con sus sentimientos heridos.


PROBLEMAS SEXUALES
Tienen relaciones sexuales cuando preferirían que los abrazaran, los protegieran y los hicieran sentirse amados.
No disfrutan del sexo porque están muy enojados con la pareja, tienen miedo de perder el control
Se alejan emocionalmente de la pareja.
Reducen el sexo a un acto técnico Pierden interés por el sexo.
Inventan razones para abstenerse de él.
Fantasean o tienen un romance extramarital.


LA CODEPENDENCIA ES PROGRESIVA

En las etapas tardías de la codependencia, los codependientes pueden:
Sentirse aletargados.
Deprimirse, retirarse y aislarse.
Experimentar una pérdida total de la rutina diaria y de la estructura.
Abusan de sus hijos o son negligentes con ellos y con otras responsabilidades están desesperanzados.
Planean escapar de una relación que sienten como una trampa para ellos.
Piensan en el suicidio.
Son violentos.
Sufren enfermedades emocionales, mentales o físicas de gravedad.
Experimentan trastornos en la alimentación (comer en exceso o demasiado poco).
Se vuelven adictos al alcohol y otras drogas.
En síntesis, la codependencia es una dependencia de los demás: de sus estados de ánimo, de su conducta, de su enfermedad o bienestar y de su amor. Es una dependencia paradójica, parece que los demás dependen de los codependientes pero en realidad ellos son los dependientes. Parecen fuertes pero se sienten desamparados. Parecen controladores pero en realidad ellos son los controlados por ellos mismos, a veces por una enfermedad tal como el alcoholismo.

LA RECUPERACIÓN
La recuperación es divertida y sencilla. No es fácil, pero si es sencilla, se basa en la premisa que han olvidado o que nunca aprendieron: CADA PERSONA ES RESPONSABLE DE SI MISMA. Implica aprender una conducta a la que se dedicaran: cuidar de sí mismos.

REGLAS BÁSICAS DEL CUIDADO DE TI MISMO
Desapego.  El desapego no es la separación de la persona que te importa, sino de la agonía del envolvimiento Desapegarse significa que les permites a los demás ser como son, les das la libertad de ser responsables y de madurar y te das la misma libertad, vives tu propia vida al máximo de tu capacidad. Luchas por discernir qué es lo que puedes cambiar y qué no. Significa vivir el momento presente, vivir en el aquí y el ahora.

 Dejar de reaccionar, reaccionar significa actuar de manera impulsiva sin reflexión para ello. No debes tener miedo a la gente, es como tú. No debes dejar tu poder para pensar y sentir. No tomemos las cosas tan a pecho (a ti, a los eventos y a las otras persona)  Jamás debes tomar la conducta de otra persona como el reflejo de tu autoestima No tomes el rechazo como reflejo de tu autoestima No tomas las cosas de manera tan personal Tampoco te aflijas por pequeñeces.

Libérate: no intentes controlar algo que no puedes “LA VIDA MISMA”, no juegues a la víctima eres libre y sabes tomar decisiones.

 No dependencia significa: Vivir tu propia vida. Tienes la responsabilidad de identificar tus necesidades y satisfacerlas. Tienes la responsabilidad de solucionar tus problemas o de aprender a vivir con aquellos que no puedes resolver. Eres responsable por las elecciones que haces, de lo que das y de lo que recibes, de fijar tus metas y de cumplirlas, de disfrutar de tu vida, de la cantidad de placer que encuentras, de amar a alguien y de la manera en que expresas ese amor, de lo que haces a los demás y de lo que permites que otros hagan.


Ten un romance contigo mismo
Aprende el arte de la aceptación el cual tiene 5 etapas: Negación, Ira, Regateo, Depresión, Aceptación
Siente tus propios sentimientos, asume la responsabilidad de tu yo emocional
Fíjate metas
Mejora tu comunicación
Pon límites
Cuida tu físico
No beses sapos esperando príncipes
Deja de tratar de confiar en quien no confías
Aprende a ver a la gente con claridad
Aprende a vivir y a amar

Fuente: Melody Beattie – Ya no seas codependiente

Los amigos

Recientemente se celebró el 30 de julio el año internacional de la amistad, este día fue decretado por la ONU a través de una petición del Paraguayo Artemino Bracho, la petición la realizo en el año 1958 y 53 años más tarde fue aprobado.

Aunque la ONU apruebe un día específico para la amistad, los amigos de verdad no necesitamos un día específico y así lo demostramos, pero es divertido un día especial como justificación para otra celebración.

Hay amigos de la niñez que han pasado los años y aún siguen siendo nuestros amigos, estos han estado tanto tiempo a nuestro lado que pasan a ser una especie de familia.

Y es que creo que hay muchas clases de amigas y amigos, hay amigos primos, amigos hermanos, amigos tíos, amigos de la infancia, de la adolescencia, amigos que nacen en el trabajo, amigos del colegio, del barrio y amigos del alma, y cada uno tiene su importancia, y a cada uno lo queremos con un cariño especial, sincero. Y aunque no nos veamos en años, los reencuentros son fantásticos, es como si nos alimentara el alma, como si rejuveneciéramos al evocar con nostalgia las historias del pasado. Los amigos de verdad se alegran con los reencuentros, no sufren con las partidas, porque sabes que siempre vas a volver, es como si no existiera el tiempo, o el tiempo no fuese tan importante.

En oportunidades cada amigo te ha acompañado en un trozo del camino, desaparecen de tu vida para aparecer años más tarde. Otros desaparecen y nunca más los vuelves a ver. Y hay quienes siguen ahí hasta el día de tu partida.
La magia de la amistad, de esa persona que aparece de pronto en tu vida, ese desconocido, con costumbres, con valores, con pensamientos tan distintos a los tuyos se convierte de pronto en tu mejor amigo, se despierta un reconocimiento del otro ser, algo que te identifica y te mantiene a través del tiempo, habla tú mismo vocabulario, te entiende, cuando te acompaña te sientes acompañado, cuando habla te apetece escucharle, y a veces no necesitan ni hablar,  solo saber que está ahí contigo. Esto es la magia de la amistad, una persona que de pronto aparece en tú día a día y tú en el suyo y que llega a ser tu amigo del alma. © Cj

Cuando el cuerpo habla - Reflexión de Nelson Torres (doctor en psiquiatría U.C.V. y P.N.L.)


Muchas veces...

- El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.
- El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.
- El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
- La diabetes invade cuando la soledad duele.
- El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
- El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
- El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
- La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
- Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
- El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
- La presión sube cuando el miedo aprisiona.
- Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
- La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
- Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
- El cáncer mata cuando te cansas de "vivir".

Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?

La Enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino.

Egoísmo o amor propio

“Y Dios dijo ama a tu prójimo como a ti mismo, nunca dijo más que a ti mismo. “
Esta frase la leí en un libro de autoayuda hace un tiempo y reflexiono sobre ella a menudo, sobre todo cuando aparece la palabra egoísmo en mi camino. Si una persona necesita tu ayuda, se la prestas.

Pero a veces sobrepasamos nuestros límites, vamos más allá de nuestras fuerzas, tomamos responsabilidades que no son nuestras, asumimos roles que no nos corresponden.  Y es que, en el afán de ayudar,  nos hacemos daño ¿porque o para qué? Para que no piensen que somos egoístas,  es lo que nos han enseñado desde niños.

Veamos que dicen los diccionarios de esta palabra:  
Egoísmo
1.-  m. Excesivo aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse del de los demás.
2.- m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
Fuente: Diccionario Real Academia Española www.rae.es

Según entiendo,  apreciarse excesivamente, cuidarnos excesivamente es egoísta.  ¿Y si me cuido todo lo que yo quiero para estar bien conmigo mismo y después ayudo a los demás? ¿También es egoísmo?

De pequeños (hablo siempre de la educación de un niño en un contexto normalmente adecuado) nos enseñan que tenemos que compartir: “Juanito no te comas el helado solo, dale a Pedrito” ¿porque, porque tengo que darle a Pedrito, si el final de mi helado es lo mejor que tengo en ese momento?

Tratando de enseñarnos  a no ser egoístas, nos transmiten un mensaje, que tenemos que dejar de lado nuestros placeres para satisfacer a los demás, y así vamos creciendo con esa creencia incrustada en nuestros poros.

-¡Tengo dinero, tengo que compartirlo, debo compartirlo, pero claro, tengo una deuda que debo pagar, sí, pero él tiene un problema económico y debo ayudarlo sino, soy egoísta!
- ¡Me acaban de pagar el sueldo,  me apetece comprarme algo bonito,  no puedo, necesito darle a mis hijos todo lo que necesitan!
- “Me apetecería comer hoy pescado, pero mi marido quiero carne, bueno ya lo prepararé mañana”
- “Quiero dormir la siesta porque estoy cansado, pero como mi hermana peleo con el novio, la escucho 2 horas hablar y llorar al teléfono”

 Y así día a día en pequeños detalles, nos vamos desmereciendo, pero lo más curioso de esto es que a veces ayudando a los demás no nos sentimos bien con nosotros mismos, quizás porque sobrepasamos esa delgada línea que divide tu necesidad y mi necesidad.

Y si hablamos de sexo, una frase muy trillada es “no tiene importancia, eso nos pasa a muchos, otro día será” pues sí que importa.

Quiero comerme todo mi helado, quiero comprarme algo bonito como premio después de haber trabajado durante un mes entero sin parar, quiero tener un orgasmo cada  vez que tengamos relaciones sexuales. Eso no es egoísmo, es pensar en nosotros mismos, valorarnos.

No entendemos porque las personas no son agradecidas con lo que se les da, porque nadie me las gracias por haber ayudado ¿por qué no puedo recibir un poco de agradecimiento?

Porque sencillamente no nos hemos respetado a nosotros mismos y no nos darán las gracias porque nadie lo pidió nunca. En el afán de no ser egoístas entramos en un terreno que no nos correspondía.

Cada uno debía vivir su propia experiencia y nosotros nos atravesamos cual salvadores, cuando nadie nos había solicitado Nos creemos a veces los Mesías del mundo, de las personas, de nuestra familia, de nuestros amigos, nos creemos capaces de poder resolver  todo lo que otros pueden resolver por sí mismos. Pero nos enseñaron a no ser egoístas, hay que darlo todo por los demás, así que no podemos pensar en nosotros primero, primero el  resto del mundo y por último yo, si es que queda algo.

¡Ojo! no digo que seamos egoístas, lo que digo es quiérete tu primero, pregúntate que necesitas,  como estas, antes de salir corriendo ayudar, pregúntate si estas en condiciones de  ayudar, así no sobrepasaras tu propio limite, tus propias necesidades, no antepondrás la necesidad  de otros antes que la tuya. Si no, te arriesgas al cansancio, al agotamiento, provocado por ti mismo, has ayudado tanto que te enfureces con los demás porque no te lo agradecen, porque no responden como tú te imaginas que deberían de responder y lo peor de todo es que se crea un pozo sin fondo, un bucle que se va repitiendo y nadie queda saciado nunca, ni tú ayudando, ni el otro pidiendo. 

Y agotados nos sentamos en la soledad de nuestra casa a pensar ¿realmente valió la pena? Siempre vale la pena ayudar, pero no por encima de tu propia valía, de tus necesidades.  Tenemos que crear  la consciencia que todo lo que sucede en nuestras relaciones es nuestra responsabilidad, vamos creando nuestro camino, vamos a comenzar por conocernos a nosotros mismos, a amarnos a nosotros y no vayamos añadiendo, como dice el doctor Wayne Dyer, relaciones toxicas, comidas toxicas, emociones toxicas, porque a veces nos encanta hacernos daño, hacer de víctima, tenernos lastima a nosotros mismos y decir: ¡no, yo he sufrido más que cualquiera en este mundo! No necesitas maltratarte, no necesitas ser el sacrificado de la historia, necesitas amarte, perdonarte, consentirte a ti mismo.

Pero todo eso es lo que eras hasta ayer, ahora toma las riendas de tu vida y crea una vida nueva, busca tu sueño, si no lo tienes claro, búscalo, piensa en aquello que querías ser cuando niño, busca dentro de ti y aférrate a él.  Se un poco egoísta, para pensar en ti y saber qué quieres de la vida. Ser el capitán de tu barco, el que toma las decisiones. 

Te doy un secreto, cuando encuentres el sueño de tu vida, tus ojos se llenaran de alegría, tu vida se iluminara y sentirás una emoción muy grande. Cuando eso pase lo habrás encontrado y ese será tu eslabón para levantarte, para crecer,  para seguir adelante. Entonces desde la tranquilidad, desde la calma podrás ayudar a los demás solo si te lo piden; y aunque no te lo pidan estarás presente cuando debas estar, porque sabrás exactamente cuando, como y cuanto ayudar, sin ser egoísta con los demás pero tampoco contigo mismo.

Comienza a valorarte a quererte, a dedicarte tiempo para ti, a hacerte regalos, porque solo si tú eres capaz de valorarte, de quererte, solo así el mundo caerá rendido a tus pies.

Y recuerda que no eres imprescindible para nadie, si mueres mañana, el mundo seguirá funcionando sin ti, y ahí no hay egoísmo que valga. © 

¡VAMOS LEVANTA!

¿QUÉ HACES? Si acabas de caer.. . levántate ¿Qué haces en el suelo lamentándote, esperando que otros te ayuden, esperando que te consuel...