Entendemos que hay personas que solo nos tiran hacia abajo, que nos desgastan, que no hacen más que perturbarnos. Entendemos, comprendemos, pero nuestras emociones van hacia otro lugar sin control, para manifestarse inevitablemente en nuestra vida, en forma de situaciones desagradables, conflictos, personajes que nos muestran una y otra vez aquello que no queremos ver y repeticiones de dramas, experiencias ya vividas...
Y es que no se trata de comprender, de entender. Se trata de sentir, de conseguir dentro de nosotros "eso" que nos brinda armonía, para que entonces y solo entonces, la manifestación física sea acorde con ese estado en el cual reconoces ( porque ya lo has vivido en algún momento) que atraes hacia ti, las personas adecuadas, las situaciones que con toda certeza serán parte de tu propósito.
No se trata de entender... se trata de sentir, de tomarte unos minutos diarios de silencio para saber en que nivel vibras, con que resuenas, o simplemente que estás atrayendo en cada momento de tu vida.
La conciencia del día a día, es lo que te llevará hacia ese lugar, hacia ese centro dentro de ti de reconocimiento. Y una vez que re-conozcas quién eres, y hacia donde vas, podrás sentir cuales son tus limitaciones, tus virtudes, tus potenciales, comprendiendo que el entorno ha sido manifestado por ti.
Desde ese lugar de elección podrás cambiarlo o potenciarlo según lo que desees.
Recuerda detener el ritmo por momentos y de ser consciente donde estás, que haces y sobre todo que sientes.
Cjrt
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