En la
preciosa canción “El Sonido del Silencio” de Simon & Garfunkel hay una
estrofa que dice: "Hola oscuridad mi vieja amiga, he venido a hablar contigo
otra vez…"
La oscuridad
de nuestra vida, esa parte de nosotros que mantenemos oculta, esa parte de
nosotros que entra en conflicto con nuestros valores, con nuestras creencias,
con nuestra esencia. Pero que de la manera más sublime, forma parte indivisible
de nuestro ser. Y es que
somos seres humanos, con defectos, con virtudes, con sombras y luces.
Esa parte de ti que no deseas ver, si no la invitas de cuando en cuando a sentarse a tu lado y ver que te quiere mostrar, aparecerá en el momento menos indicado y te sorprenderá, por la fuerza que lleva consigo.
Esa parte
que no nos gusta de nosotros mismos, utiliza una herramienta muy poderosa que no
sabemos manejar... las emociones, no por su complejidad, sino por la falta de observación a cómo reaccionamos en momentos determinados y ante situaciones determinadas. Por
ello la importancia de conocerlas.
Ocasionalmente
damos rienda suelta a las emociones agradables, y solemos ocultar aquellas que
no nos gustan tanto, o simplemente
pasamos a distraernos sin observar la valiosa información que traen
consigo.
Pero, como seres humanos dotados de una inteligencia universal, lo que hacemos es atraer situaciones o personas que nos recuerden, nos muestren, fuera de nosotros, funcionando como un espejo, aquello que deseamos cambiar en un momento determinado.
No te preocupes, que si no lo ves a la primera, vendrán tantas como sean necesarias hasta que consigas verlo. Así, entramos a repetir situaciones una y otra vez…
La única forma que podemos identificar el color
amarillo, es que conozcamos los colores.
Conocemos la
luz, porque conocemos la sombra.
Sabemos lo
que es la valentía, porque ya hemos sentido el miedo.
Lo mismo la
alegría y la tristeza, por ejemplo. Todo aquello
que observamos en los demás, es porque tenemos una información previa de
aquello. Tanto las cosas que nos gustan
en otro, como las que no nos gustan tanto.
La única
forma que puedas conocer, saber si estas proyectando o si es una mera información,
es a través del conocimiento de nuestras emociones. Es muy curioso cómo
funciona, si te descubres a ti mismo, molesto porque una persona se queja
constantemente, la pregunta que debes hacerte es ¿En qué momento me quejo yo de
las cosas?
Quizás te
salga una lista inmensa o un par de detalles, allí es donde debe ir tu atención.
Una vez que lo traes al consciente ya dejarás de proyectar, porque no lo necesitas.
Un ejemplo, imagina que tienes una compañera de
trabajo que la juzgas como egoísta. Da la "casualidad", que
también tu hermana que vive contigo la consideras egoísta, y "sospechosamente" en el metro paso una situación que te disparó la alarma mostrándote, que una persona reaccionó de forma egoísta...
Cuando
utilizas un adjetivo descalificativo de forma continua, comienza a observar,
porque eso que ves en los demás claramente está residiendo en ti, y te está
desequilibrando la vida. ¿Qué puedes preguntarte? por ejemplo,¿en qué momento estoy siendo egoísta?
Es posible
que estés siendo egoísta:
- Contigo misma, negándote tiempo para hacer lo que deseas, o bien necesitas parar para descansar y no te lo permites.
- Te cuestionas comprar algo para ti, no sabes si esta bien o no.
- No te regalas ni una camiseta, o te es muy difícil comprar cosas para ti.
- O eres egoísta con un familiar.
En el momento en que identificas la proyección, la reconoces dentro de ti. En ese momento ya no necesitas proyectar nada en nadie, porque ya lo has visto y no necesitas ver más egoístas en tu vida.
Otro punto es... Cuando comenzamos a atraer personas desagradables a nuestras vidas se le suelen llamar tóxicas.
Pero realmente ser una persona tóxica no es una enfermedad, yo no pienso que existan personas tóxicas, pienso que existen situaciones tóxicas. Situaciones que nos hacen daño a nosotros y a nuestro entorno.
Estas personas o situaciones despiertan en ti emociones que tú no querrías sentir. Es más, las necesitamos para que podamos ver aquellas relaciones dónde no queremos permanecer. Se hace tóxica una persona, cuando ya te ha mostrado lo que necesitabas ver y tú decides permanecer allí, sosteniendo la situación. Muchas veces porque es lo que conocías hasta ahora, con lo cual al resultar familiar no das por concluido el ciclo.
La forma de cambiar, de evitar
situaciones desagradables es siendo conscientes de lo que atraemos, y rápidamente
cambiarlo.
Es un trabajo diario de observar la relación que tienes con los demás. Normalmente suele ocurrir con mayor frecuencia en nuestra relación con familiares, parejas, amigos... ¿Por qué? Pues porque allí residen nuestros mayores maestros, nuestras relaciones diarias, que son las más cercanas.
Es un trabajo diario de observar la relación que tienes con los demás. Normalmente suele ocurrir con mayor frecuencia en nuestra relación con familiares, parejas, amigos... ¿Por qué? Pues porque allí residen nuestros mayores maestros, nuestras relaciones diarias, que son las más cercanas.
Sucede lo mismo en personas que tú admiras. Admiras mucho a un escritor, a una amiga, a un
locutor de radio... Eso que tú vez en ellos, también es un reflejo de lo que
llevas dentro de ti. Así, las proyecciones cumplen una función, mostrarte lo
que deseas cambiar, y aquello que deseas potenciar.
Si comienzas este camino de observación en donde consideras las situaciones que se van presentando como un reflejo de lo que deseas cambiar, es una liberación muy grande
porque entonces dejaras de ver a las personas como atacantes. Recuperas el poder de tu vida, y de lo que ocurre, porque si tú lo fabricaste, tú lo puedes cambiar. Y allí radica
el secreto de conocernos.
Observar tus
emociones es recordar que eres luz y sombra, que eres perfectamente imperfecto, cuando
reconozcas esto, serás imperfectamente perfecto. Porque eres lo mejor que te ha
pasado en la vida.
¡Decide comenzar... ya es hora!
Clairet Reyes
Agenda tu cita vía Skype
o presencial a través de info@clairetreyes.com
Agenda tu cita vía Skype
o presencial a través de info@clairetreyes.com
Enlaces de temas interesantes a través de:
Atención: Si no encuentras la salida, solicitar ayuda también es quererse.
A veces una conversación, una terapia o profesionales te mostrarán la puerta que no consigues ver.
Muchas gracias por compartir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario